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Condenado un médico a cinco años de cárcel por abusos sexuales a una paciente
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El médico condenado por abusos sexuales, de 53 años, al ser juzgado en la Audiencia de Palma. Foto: B. P.
El facultativo le dio un tranquilizante y la sometió a tocamientos íntimos en su consulta en Menorca
B. PALAU. PALMA. La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un médico a una pena de cinco años de prisión por abusar sexualmente de una paciente extranjera en su consulta en Menorca en 2006. El tribunal de la sección segunda considera al facultativo responsable de un delito de abusos sexuales con introducción y también le inhabilita para el ejercicio de la profesión de médico durante el tiempo de la condena, puesto que los hechos delictivos se cometieron con ocasión de esa actividad profesional. El facultativo, de 53 años de edad, administró un tranquilizante a la víctima por una crisis de ansiedad y, cuando la medicación le hizo efecto, la sometió a tocamientos íntimos. Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde del pasado 14 de septiembre de 2006 cuando el acusado recibió en su consulta privada a una turista británica que acababa de llegar de vacaciones a Menorca. La mujer se hallaba muy angustiada porque había dejado a su madre enferma en su país de origen. La paciente entró en el despacho del facultativo y le explicó lo que le ocurría. El médico, al comprobar que sufría una crisis de ansiedad, le dio un Tranquimazin y se lo colocó debajo de la lengua al tiempo que la rodeaba con su brazo sobre el hombro. Tras esperar unos minutos para que el tranquilizante produjera efectos, el imputado se dirigió de nuevo a la mujer, la rodeó con el brazo y, tras aproximarse, frotó sus genitales contra ella, según se declara probado en la sentencia, que aún no es firme. Acto seguido, fue hacia la puerta porque había llegado una paciente para pagarle y cuando ésta se marchó, cerró con llave la puerta de la consulta.La perjudicada se percató de que había cerrado e intentó irse, pero se sintió mareada al levantarse de la silla debido a la medicación. Entonces, el médico la sujetó y la llevó hacia una camilla, donde le dio un beso en la boca introduciéndole la lengua. La mujer intentó retirar su cara, pero el acusado repitió sus actos y al mismo tiempo le desabrochó los pantalones cortos, metió su mano e introdujo sus dedos en la vagina. Finalmente, el facultativo permitió que se marchara y le recetó tranquilizantes.La sala destaca que el médico actuó aprovechándose de la situación de superioridad que le concedía el ejercicio de su profesión y la soledad del momento, ya que no había nadie más en la consulta, y del estado de la víctima, que se hallaba afectada y turbada por la medicación sedante que le había administrado previamente.
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